Las facturas de la luz y el gas son uno de los gastos que mayor porcentaje ocupan en el conjunto de los costes de las familias. Por este motivo es muy importante cuidar que el consumo sea óptimo, para así no llevarse sorpresas a fin de mes. Para ayudarte a conseguirlo, en este artículo te damos una serie de consejos para que los puedas conseguir… ¡sin apenas intentarlo!

Las tarifas de energía

Si queremos reducir el coste que suponen las tarifas de luz y gas, lo primero que hay que hacer es revisar nuestros contratos energéticos actuales; y, en el caso de que éstas no sean óptimas para tus necesidades de consumo, deberás cambiarla. Para ayudarte a decidir una nueva, puedes utilizar un comparador de tarifas de luz y gas, una herramienta gratuita que te permite encontrar mucho más rápidamente las tarifas de luz y gas que mejor se adaptan a tu consumo. Por regla general, en cuanto a la electricidad las más convenientes son las de discriminación horaria


En cuanto al gas, la forma más económica suele ser el gas propano; no obstante, es mucho más seguro el suministro de gas natural. En caso de que no lo tendrás, tendrás que dar de alta el gas natural a través de la comercializadora de tu elección. Este trámite implica el pago de unas tasas pero no te preocupes porque no tendrás problemas para dar de alta el gas natural, ¡tu compañía de gas lo hará por ti! Y si tienes alguna duda sobre cuánto cuesta o qué documentación hay que presentar para dar de alta el gas natural, echa un vistazo al siguiente enlace: https://www.tarifasenergia.com/dar-de-alta-el-gas/.

La decoración: un gran aliado

Una vez que contemos con los mejores precios para nuestros suministros de energía, es momento de pasar a la acción para que, además del coste, reduzcamos el consumo que necesitamos. Una de las formas más sencillas de hacerlo es a través de la decoración, ya que el interiorismo puede ayudarnos a que el consumo de nuestra energía sea óptimo. A continuación te contamos algunas ideas muy sencillas que puedes implementar con muy poco gasto:

  • Opta por paredes con colores claros ya que absorben menos la luz, especialmente las que son blancas. Esto es ideal, por ejemplo, para aprovechar la luz natural y no tener que encender las bombillas. Y si quieres optimizar la luz solar aún más, no dudes en colocar espejos por la estancia, ya que estos rebotan la luz y dan la sensación de mayor sensación lumínica.

  • Utiliza bombillas LED de bajo consumo. Esta modalidad, que garantizan una mayor durabilidad que las convencionales, permite adaptar la luminosidad a la situación lumínica y son perfectas igualmente para combinarlas con la luz solar durante el día.

  • Los textiles suelen ser unos buenos aliados para ahorrar energía: por ejemplo, las cortinas térmicas pueden impedir que entre el frío y mantener una temperatura cálida en la estancia durante el invierno. Por otro lado, en verano es muy conveniente utilizar ropa de cama con tejidos transpirables para no pasar calor.


Si con esto no es suficiente, entonces habría que efectuar unas pequeñas reformas en el hogar como implantar un sistema de aislamiento térmico, aprovechar al máximo el agua caliente (descubre cómo aquí), etc.