Los llamados estantes flotantes o  repisas son baldas o muebles que llevan un sistema de fijación invisible , con ello conseguimos la ilusión óptica de que se encuentran suspendidos en la pared, una de las formas más  elegantes de exhibir recuerdos, fotos, objetos de colección, libros y otros elementos decorativos en nuestro hogar, oficina o cualquier lugar que deseemos.

Al no llevar ningún soporte a la vista nos induce a pensar que su instalación es dificultosa y que para poder colocar una necesitemos llamar a un experto en colocación de estantes. Pero nada más lejos de la realidad, es una tarea muy sencilla, y aquí te ayudamos a que conozcas los pasos a seguir para la colocación de la balda flotante.

El trabajo de instalación de una repisa flotante puede variar dependiendo de distintos factores, dos de los más importantes son:

  • Tipo de pared: Una pared de ladrillo ofrece más capacidad de carga, sin embargo, si la pared es de pladur o yeso requerirá de la colocación de anclajes que brinden el apoyo adicional necesario.
  • El peso a soportar: El peso que deberán soportar estos estantes es otro punto a tener en cuenta. Si lo que queremos es colocar sobre ellos objetos más pesados, siempre deben elegirse aquellos estantes flotantes de mayor espesor y con más cantidad de varillas o varillas más resistentes.

En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de soporte, aunque el más común es una placa o riel de metal que trae unas varillas fijas, perpendiculares a éste. Esa pieza se fija a la pared mediante tornillos con tacos y se insertan las varillas dentro de unos agujeros ubicados en la parte posterior del panel de estantería. 

Existen algunos modelos, dónde el riel metálico de soporte no viene en una sola pieza, sino en dos separadas, lo que puede complicar un poco más la instalación, por lo que se aconseja elegir aquellos estantes con placa de metal entera.

Es el estante flotantes o repisa que más fácil se coloca, y la que  mejores resultados nos proporciona.

Una vez hemos adquirido el o los estantes flotantes y elegido el sitio de instalación, se procede a fijar la placa metálica contra el muro, marcamos los agujeros con lápiz para indicar dónde se insertarán los tornillos y varillas. Es aconsejable ayudarnos de un nivel para asegurarse de que la pieza posterior quede horizontal. En caso de no disponer de uno, lo mejor es medir distancias de los extremos a un punto de referencia más cercano que tengamos, como puede ser, el suelo o el techo.

Lo siguiente será, utilizando un taladro eléctrico con el calibre de broca recomendado por el fabricante de los  estantes flotantes, se perforan los agujeros en las marcas que hemos marcado previamente.

 Luego se insertan las varillas en los agujeros, siguiendo las instrucciones del proveedor.

Por último, alineamos el soporte con los orificios de los anclajes y con ayuda de destornillador fijamos el soporte a la pared introduciendo los tornillos en los agujeros que anteriormente hemos con el taladro.

Finalmente deslizamos el resto de la repisa flotante por el soporte